sábado, 16 de agosto de 2014

Aplicación práctica de ANESA: Helicobacter Pylori

Breve introducción

A día de hoy, el informe que ANESA ofrece sobre el estado del paciente bajo estudio, incluye 131 parámetros relativos a la composición sanguínea, metabolismo de los electrolitos, función respiratoria, hepática, cardíaca, etc. La abundante cantidad de información que ofrece el informe de ANESA, permite al especialista realizar un estudio detallado del estado de salud general del paciente así como observar anomalías que puedan indicar un posible proceso patológico, incluso sin que se encuentre en proceso sintomático, bien sea por estar en una etapa precoz o bien porque los síntomas son demasiado leves como para pasar inadvertidos, esto es, un screening.

Analizador ANESA T/2011 "Tablet"


Dentro de las pruebas y ensayos a los que se ha sometido y se somete el instrumento ANESA, se encuentra la de su uso en la práctica clínica cotidiana en la detección de diferentes patologías, ya sean estas las que se detectan fácilmente con un examen rutinario o bien aquellas que resultan más difíciles de detectar o que requieren de exámenes específicos. Una de las patologías que requieren de examen específico y que pueden ser detectadas con facilidad con el extenso informe de ANESA es la infección gástrica por Helicobacter Pylori.

¿Que es?

El Helicobacter Pylori es una bacteria con forma de espiral que altera las funciones del aparato digestivo provocando daños en el estómago así como en los mecanismos digestivos y de absorción de los nutrientes. Esta bacteria es capaz de resistir el medio ácido del estómago y se adhiere a las mucosas de las paredes estomacales segregando una secreción ácida que daña el tejido abdominal y duodenal causando a su vez úlceras péptidas e inflamación.

 

Una vez dentro del revestimiento mucoso protector del estómago segrega enzima ureasa que a su vez genera sustancias capaces de neutralizar los ácidos estomacales y a su vez, debilitar la protección mucosa del estómago, provocando úlceras o llagas en el estómago y/o duodeno así como su inflamación. También puede provocar la estimulación de secreción ácida del estómago.

El Helicobacter Pylori fue detectado por primera vez por el investigador italiano Giulio Bizzozero al detectar unas bacterias espirales que se mantenían en el ambiente ácido del estómago de perros. Posteriormente, el patólogo australiano Robin Warren junto a Barry Marshall, aisló la bacteria de las mucosas estomacales humanas y logró cultivarlas. Dentro de ese estudio, llegaron a la conclusión de que gran cantidad de úlceras estomacales así como gastritis, eran provocadas por esa bacteria.

Está catalogada en el grupo I de carcinógenos por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer por su relación con el cáncer gástrico y el linfoma MALT. 

En la mayoría de los casos la bacteria no provoca síntomas evidentes, sin embargo, cuando aparecen, lo hacen en forma de gastritis, inflamación, dolores y retortijones, eructos, náuseas, vómitos o acidez entre otros. Los síntomas no son claros a la hora de efectuar un diagnóstico debido a la similitud con otras condiciones clínicas.

Su detección es complicada debido a la dificultad para aislar los síntomas y a que las pruebas no siempre ofrecen la sensibilidad y especificidad necesarias. Pueden agruparse los métodos de detección en dos grandes grupos:

- Endoscópicas: Histología, prueba de ureasa rápida, cultivos y PCR.
- No endoscópicas: Anticuerpos, prueba de aliento de urea y antígeno fecal.

Su tratamiento dependerá de las condiciones del paciente, pero puede agruparse en dos técnicas: antibióticos para eliminar la bacteria y medicamentos para reducir o inhibir la producción de ácido.

Esfínter de Oddi

El Esfínter de Oddi es una válvula muscular situada en el extremo de los conductos hepáticos que controla el flujo de secreciones digestivas (jugos biliares y pancreáticos) y también previene de reflujo a los conductos biliares desde el duodeno.La bilis, almacenada en la vesícula biliar junto al hígado, juega un papel fundamental en el proceso digestivo. Está compuesta por sales orgánicas que procesan las grasas y las convierten en porciones más pequeñas para mejor absorción. También juegan un papel fundamental en este proceso los jugos pancreáticos, que reducen la acidez del quimo favoreciendo de este modo su procesamiento.





Dada la importancia del rol del esfínter de Oddi, su alteración puede considerarse como grave, ya que puede afectar a otros órganos como el hígado por cirrosis o el páncreas por pancreatitis. Las alteraciones del esfínter de Oddi son su obstrucción o su inflamación. La obstrucción del mismo puede ser causada por el desprendimiento de cálculos desde la vesícula biliar o por estenosis. La inflamación, también llamada odditis, puede ser causada por infección; en este caso, la que comprobaremos es la ocasionada por Helicobacter Pylori.

                         

Determinación de infección por Helicobacter Pylori mediante el informe de análisis del instrumento ANESA

Los datos que detallan el informe del instrumento ANESA incluyen unos parámetros idóneos para el estudio sintomático o asintomático de sospecha de infección por H. Pylori. Estos parámetros son:

- Presión basal del Esfínter de Oddi
- Bilirrubina total
- Bilirrubina conjugada / no conjugada

La presión basal del esfínter de Oddi en su estado normal es de entre 39 y 41 mmHg. La alteración de esta presión es un indicador inequívoco de anomalías en el mismo; como hemos mencionado con anterioridad, la infección por H. Pylori causa inflamación del revestimiento del estómago y del duodeno, que a su vez es la causa del aumento de la presión en el esfínter. Dado que en la mayoría de los casos no hay síntomas evidentes directamente relacionados, la medición ha de completarse con una serie de cuestiones sobre el paciente que permitirán precisar el diagnóstico:

- Acidez
- Reflujo
- Dolor estomacal
- Tratamiento con antibióticos en los últimos seis meses
- Diagnóstico anterior de H. Pylori y su tratamiento

La comparación entre los datos de presión del esfínter y del cuestionario nos llevarán a las siguientes anotaciones:

1.- Si la presión del esfínter está entre el 41,1 y 41,5 mmHg en corto período de tiempo tras ingesta de alimentos irritantes o terapia con éxito contra la bacteria, no habrá síntomas.

2.- Si la presión está entre 41,5 y 42,5 mmHg, mostrará algún síntoma en el 70% de los pacientes con infección o en tratamiento fallido por resistencia a los antibióticos (la mutación bacterial que lleva a resistencia a los antibióticos puede provocar falsos negativos en el test de aliento de urea).

En este punto hay que señalar que la resistencia desarrollada por la bacteria a los antibióticos se produce por mutación de la misma. Esto no implica que la bacteria haya mutado en otra distinta sino que ha sufrido una mutación de su ADN que ha suprimido la enzima que convierte al antibiótico en un agente venenoso para la bacteria o lo que es lo mismo, la bacteria es la misma, pero ha variado su información mediante selección natural para sobrevivir en un entorno hostil.

3.- Si la presión está entre 42,5 y 44 mmHg, el 95% de los pacientes está infectado y aparecerán algunos síntomas.

4.- Si la presión supera los 44 mmHg, implica una infección en el 99% de los pacientes y aparecerán síntomas.

Es necesario tener en cuenta que la presión del esfínter de Oddi, puede alterarse también por la aparición de desprendimiento de cálculos o arenilla desde la vesícula biliar tal como se ha comentado anteriormente; este fenómeno provoca la deformación mecánica del revestimiento con el resultado de inflamación en el mismo. Este fenómeno hace preciso verificar la existencia de cálculos o arena en a vesícula biliar, lo que se realiza bien a través de técnicas convencionales como ecografía o bien verificando los parámetros del informe de ANESA antes mencionados: bilirrubina total y bilirrubina conjugada / no conjugada. Así:

- Bilirrubina total igual o superior al 20% sobre los parámetros de normalidad
- Bilirrubina conjugada / no conjugada igual o superior al 20% sobre los parámetros de normalidad 

Lo que nos lleva a la conclusión de que si la presión basal del Esfínter de Oddi y los parámetros de bilirrubina total, conjugada / no conjugada, se encuentran sobre los valores de normalidad y hay respuestas positivas a las cuestiones sintomáticas, nos encontramos en presencia de H. Pylori.

Breves conclusiones

Para llegar a estas conclusiones, se han realizado y realizan pruebas de validación del parámetro matriz. La suma de los parámetros determina el estado de estabilidad de las reacciones químicas fluyendo en partes localizadas de células, tejidos, órganos o del cuerpo completo. Estas matrices son verificables por métodos tradicionales.

Este caso, como otros, se ha demostrado sencillo de diagnosticar mediante el uso de la información que el intrumento ANESA nos aporta sobre el estado de salud de un paciente dado, lo que nos lleva a demostrar una vez más la utlidad práctica del instrumento. En todo caso, las investigaciones sobre este caso y otros prosigue con el fin de obtener información cada vez más precisa.

Bibliografía

"Validación de resultados recibidos medante el método no invasivo in vivo", 2014 - Dpl. Ing. P. Jusko. Director General de Onkocet.

www.duodenitis.info/esfinter-de-oddi/

http://es.wikipedia.org/wiki/Helicobacter_pylori

New York Presbiterian Hospital, http://nyp.org/espanol/library/digest/helicoba.html

https://answersingenesis.org/natural-selection/is-natural-selection-the-same-thing-as-evolution/

(C) Onkocet - Protomedical 2014